A veces pienso (y lo afirmo sin ningún dato en el que apoyarme), que han podido existir razones ideológicas para relegar a un rincón apartado de la ciudad a la figura femenina que coronaba el centro neurálgico en la Plaza del Castillo, a la estatua de la Beneficiencia. Fue apodada como «Mariblanca» por uno de los mayores impulsores del golpe de Estado franquista, el director del Diario de Navarra, Garcilaso. La escultura refleja una mujer fuerte y decidida…