La llegada inminente de los sanfermines hace que nuestra ciudad se sumerja dentro de una tensa espera. Los ánimos están más exaltados, y parece que el mundo se acaba. Para huir de esa atmósfera, hay que elegir las horas en los que los pamploneses aún no han salido a las calles. En las fotografías, una ruta en bici, a las 7 y pico de la mañana de un sábado por el Chino pamplonés.